Hace un mes los argentinos estábamos pensando si el estadio Monumental iba a estar habilitado para la final de la Copa América.

Las instalaciones de la cancha de River Plate, habitual escenario de los partidos internacionales, fueron dañadas en junio pasado durante los disturbios protagonizados por los hinchas millonarios.

Ya nos imaginábamos al equipo de “Cheho” Batista, con sus estrellas, disputando la final. Lo único que nos faltaba era el donde.

Hoy el panorama es totalmente diferente. Finalmente el partido se jugará en el Monumental, pero no estará Argentina.

En esta Copa de las sorpresas, todo puede pasar. Incluso un piquete de hinchas de las selecciones finalistas.

Paraguayos y uruguayos se unieron con caras de indignación en la mañana porteña para protestar por las escasas entradas que tendrán disponibles.

Paraguay es finalista sin haber ganado un partido. Empató los cinco encuentros que jugó y en las instancias finales (cuartos de final y semis) superó a sus rivales a través de los penales. El factor suerte estuvo del lado del conjunto de Gerardo Martino.

Uruguay volvió a demostrar su jerarquía. Los Charrúas venían de una gran actuación en el Mundial de Sudáfrica.

Por su parte, Venezuela y Perú merecen un reconocimiento.

La “Vinotinto” alcanzó por primera vez en su historia las semifinales. Perú que en las encuestas era de los grandes candidatos, pero para terminar último, realizó una gran actuación.

Los argentinos nos seguimos creyendo los mejores, pero ya no los somos. El fútbol se emparejó mucho y quedó demostrado.