Argentina prepara una selección dispuesta a terminar con la nostalgia, a superar los recuerdos de la última Copa América obtenida en 1993 en Ecuador, y a "ganar algo" de una vez por todas, como han dicho con insistencia en los últimos tiempos varios de sus jugadores y su responsable, Sergio Batista.

La Albiceleste, quinta en el Mundial de 2010 con Diego Maradona como seleccionador, hace planes de máxima ambición, acordes al peso específico de figuras como Lionel Messi, Ángel Di María, Javier Mascherano, Carlos Tevez, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, Diego Milito y Esteban Cambiasso, entre otros.

Batista quiere que Messi, ganador del Balón de Oro en 2009 y 2010, sea el "dueño" del equipo, el que marque el camino, el que indique al resto por dónde se puede llegar más rápidamente y mejor a un título que su máximo rival continental, Brasil, ha ganado cuatro veces en las últimas cinco ediciones, desde 1997.

Messi, más suelto ahora que en los tiempos de los seleccionadores José Pekerman, Alfio Basile y Maradona, situado como delantero centro, ha dicho por su parte que sueña con la obtención de un título en su país, frente a su afición, con un equipo que comience a pisar fuerte en el camino que conduce al Mundial de Brasil’2014.

Batista afirma que su equipo debe "jugar bien al fútbol" y no dedicarse a los "toques de balón intrascendentes" y afirmó que le gusta "el fútbol rápido pero no apurado. El juego de seis o siete toques seguidos, que fue la esencia del fútbol argentino y que le dio muchos resultados" en su historia.

El entrenador también intenta que su selección supere el actual nivel de rendimiento de los equipos de su país al indicar que "el fútbol argentino no está bien" por el "temor a perder" como la principal causa de la crisis.

Batista no ha ahorrado elogios al Barcelona y a la selección de España campeona del mundo en 2010, pero ha advertido que la forma de jugar de esos equipos "es la que caracterizó a los argentinos" en otros tiempos.

La frustración argentina en casi dos décadas tiene un referente en el jugador que más veces vistió su camiseta, Javier Zanetti (140 partidos), que continúa en el equipo y nunca pudo celebrar la conquista de un torneo oficial con el equipo nacional, tras haber participado en cuatro copas América (1995, 99, 2004 y 2007), dos mundiales (1998 y 2002) y una Copa de las Confederaciones (2005).

Messi busca su primer título con la selección a los 23 años y Zanetti, casi a los 38, la conquista que merece sobradamente para cerrar una notable carrera, que incluye 15 títulos logrados con el italiano Inter de Milán.

Argentina y Uruguay, con 14, son las selecciones que mayor cantidad de veces han conquistado la Copa América, lo cual adquiere más brillo al ser las únicas del continente con dos medallas olímpicas, además de sumar dos títulos mundiales cada una.

La historia del fútbol argentino tiene un pasado brillante en la Copa América, con Norberto 'Tucho' Méndez como máxino goleador del torneo junto con el brasileño Zizinho (17 goles) y campeones como Manuel 'Nolo' Ferreira, Antonio Sastre, Vicente de la Mata, Rinaldo Martino y René Pontoni.

También Alfredo Di Stéfano, Enrique Omar Sívori, Adolfo Pedernera, Humberto Maschio, Oreste Corbatta y Gabriel Batistuta, el máximo anotador de la historia de la “albiceleste”, pero no pudo ganarla con Maradona, quien participó en las ediciones de 1979, cuando jugaba en el Argentinos Juniors; y 1987 y 1989, cuando era la estrella del Nápoles italiano.

Son estos los tiempos en que las comparaciones entre Messi y Maradona, un asunto instalado en el debate popular de Argentina desde que apareció en escena el jugador rosarino, pueden llegar a un punto clave.

El actual futbolista del Barça puede ganar algo que el anterior no logró, la Copa América, mientras sueña con un título Mundial como el que obtuvo la “albiceleste” por obra y gracia del 'Pelusa' en México'86, el segundo de Argentina después del que organizó en casa en 1978.

Enrique Escande.