¿Conocen el juego para chicos en el que aparecen un montón de cocodrilos y con una suerte de martillo en la mano el trabajo es pegarle para que no asomen?

Lo que ocurrió con el gobernador José Manuel De la Sota en las últimas horas me recordó aquel juego.

Todo arrancó en un acto en la planta Santa Isabel de la empresa Renault en Córdoba. Lanzaban la producción del modelo Clío Mío, en un acto que contó con la presencia de la ministro de Industria, Debora Giorgi.

En esas circunstancias, De la Sota tomó la palaba y le pidió a Giorgi que le pidiera a la Presidenta que dialogara. De ahí en más, un número significativo de funcionarios nacionales salieron a pegarle a De la Sota, cuyas ambiciones presidenciales no son ningún secreto.