El secretario general de los Peones de Taxi, Omar Viviani, destacó el giro que adoptó el Gobierno respecto a la designación del ex cardenal Jorge Bergoglio como papa Francisco, al remarcar que "es una señal de madurez política" de la presidenta Cristina Fernández.

Viviani, quien integró la comitiva oficial de la entronización de Bergoglio como Sumo Pontífice en el Vaticano, opinó que el ex arzobispo de Buenos Aires "es peronista" por su "cercanía con la gente y la lucha contra la pobreza".

El sindicalista, que es uno de los tantos que han ido abandonando al moyanismo en los últimos meses y ahora pertenece a la CGT oficialista de Antonio Caló, subrayó que el actual papa argentino "defendió los pilares del peronismo".

Viviani admitió que "la relación entre Bergoglio y el Gobierno siempre fue tirante, pero nunca de enemigos".

Al ser consultado sobre la primera postura fría de la jefa de Estado al enterarse de que Bergoglio había sido elegido Santo Padre y días después cambio su iniciativa de acercamiento, Viviani respondió: "Creo que es una señal de madurez política de la Presidenta".

"Es el primer papa latinoamericano y argentino, algo que no creo que se repita en la historia. Antes de conocerse la noticia del nombramiento de Bergoglio, ya estaba resuelto que una delegación argentina iba a viajar a la asunción", indicó el gremialista. Viviani estimó que Bergoglio será un "papa que quedará en la historia, pero los cambios se darán en el tiempo".