Boca no le encuentra la vuelta, no tiene rumbo. No se entiende bien a que juega, y lo poco que se puede decodificar, es que pone todas las fichas a un pique del colombiano Villa, o algún arresto individual de Tévez o Cardona. El resto es meterse atrás, cosa que no le resulta cuando su rival hace lo que se hace casi siempre jugando contra Boca, meterse atrás.