Con una sonrisa, traje y camisa celeste, Guillermo Moreno enfrentó esta mañana a la prensa al salir de su casa, en Constitución, un día después de haber renunciado a su cargo como secretario de Comercio Interior, pero evitó hablar.

Entre la maraña de movileros y camarógrafos, el funcionario se subió raudamente a un Volkswagen Vento, seguramente para dirigirse, en una de sus últimas oportunidades, hacia su despacho en la secretaria, en el microcentro. "Sin comentarios, gracias", consignó el canal TN que fueron las únicas palabras que el futuro diplomático en Italia le dedicó a los periodistas.

Moreno presentó ayer su renuncia, según comunicó oficialmente la Casa Rosada, un día después de que Cristina Kirchner ungiera a Axel Kicilloff como ministro de Economía. El desplazo de ayer allanó el camino para concentrar el poder en el flamante jefe de la cartera.

Con varios fracasos a cuestas, Moreno deja su cargo para desembarcar en Roma , como agregado comercial en la embajada argentina en Italia a partir del 2 de diciembre.