Este domingo, las autoridades de Indonesia confirmaron la muerte de 125 personas y al menos 320 heridos, luego de una estampida y disturbios este sábado en la cancha de la provincia de Java Oriental, después de que perdiera el club Arema contra Persebaya Surabaya. 

De acuerdo con el jefe de policía de Java Oriental, Nico Afinta, luego de perder, los seguidores del equipo local invadieron la cancha del estadio Kanjuruhan, lugar donde se estaba llevando a cabo el partido. En un intento de controlar la situación, los miembros de seguridad lanzaron gases lacrimógenos, sin embargo, esto ocasiono que el público entrara en pánico y ocurra la estampida humana.

"Se había vuelto anárquico. Comenzaron a atacar a los oficiales, dañaron los autos", aseguró Afinta quien sostuvo que la aglomeración ocurrió cuando los fanáticos huyeron hacia una puerta de salida. “Era un espacio lleno de gente, que provocó dificultad para respirar, falta de oxígeno”, señaló durante una rueda de prensa.

Según fuentes hospitalarias, la mayoría de las víctimas murieron por asfixia, traumas y pisotones durante la avalancha de gente. "Muchos de nuestros amigos perdieron la vida a causa de los oficiales que nos deshumanizaron", dijo llorando Muhammad Rian Dwicahyono, de 22 años, mientras cuidaba un brazo roto en el hospital local de Kanjuruhan. "Se han desperdiciado muchas vidas".

Varios sobrevivientes y testigos del evento aseguran que la policía no solo lanzó gases lacrimógenos, sino que también utilizaron porras y proporcionaron “golpes y patadas” contra los hinchas, acciones que se pueden ver en los videos que circulan por las redes sociales. "El uso de fuerza excesiva por parte del Estado (...) para contener o controlar tales multitudes no puede justificarse en absoluto", anunció la Amnistía Internacional Indonesia.

Por su parte, el presidente del país, Joko Widodo, ordenó este domingo a las autoridades que evalúen minuciosamente la seguridad en los partidos de fútbol, y además, le ordenó a la asociación de fútbol del país (PSSI) detener los partidos de la Liga 1 hasta que la investigación concluya.

Asimismo, el principal ministro de seguridad del país, Mahfud MD, informó a través de una publicación de Instagram que el estadio se llenó más allá de su capacidad: Se emitieron 42.000 entradas para un estadio que se supone solo tiene capacidad para 38.000 personas.