A pocos días de que surja la nueva CGT, afín al kirchnerismo, el Gobierno responsabilizó por el quiebre de la central obrera al líder del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, calificó de "lamentable" la división y advirtió que el secretario general de la CGT alentó la "confrontación que afectó el proceso dirigencial".

Tomada respaldó así el surgimiento de una nueva central gremial afín al kirchnerismo, que el miércoles se presentará en sociedad y que aún no definió quién será su líder.

"Lo que va pasar esta semana es un ícono más en la medida que sea convocante, que pueda llegar a ser una CGT mayoritaria, porque como se llega al proceso es de alguna manera lamentable", aseguró el funcionario.

En ese marco, Tomada responsabilizó al jefe de la Confederación General del Trabajo, Hugo Moyano, por la división gremial al señalar que "uno de los elementos es la confrontación casi producida por el secretario general de la CGT y esta confrontación también afectó el proceso dirigencial". Y agregó: "Observando esto, uno no puede hacerse el desentendido".

Moyano mantiene desde hace tiempo un duro enfrentamiento con Cristina Kirchner, a quien acusa de no atender sus reclamos. "Miramos con mucha preocupación este proceso porque estamos convencidos en poder contar con un movimiento obrero unido", aseveró.

Según Tomada, en el país "se está viviendo un proceso muy fuerte de unidad incluso de gremios de distintos orígenes". "Hay un gran proceso de unidad acá en la Argentina mientras se produce esta subdivisión al mismo tiempo se viene conformando grandes confederaciones y a partir de esta semana podemos pensar en una reconfiguración".