Como se sabe, toda crisis representa al mismo tiempo una oportunidad. Dicen que es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo. Y a pocos días de inaugurar su nueva creación en Londres, eso es lo que justamente le sucedió al mejor bartender del mundo Renato “Tato” Giovannoni.

Porque a pesar que su proyecto junto al famoso chef argentino Fernando Trocca se gestó antes de la pandemia, para respetar los tiempos de apertura previstos tuvo que lidiar con todos los contratiempos que trajo el coronavirus. Claro, es que en un edificio histórico que fue sede de la sala de conciertos del London College of Music, ahora Tato Giovannoni abrirá junto a su socio y amigo Fernando Trocca una sucursal del restaurante “Sucre” donde en la planta baja habrá un bar de cócteles bautizado “Abajo”.

El fundador de Florería Atlántico, el bar número uno de Sudamérica y dentro de los diez mejores del planeta según los especialistas internacionales, habló con #continentalweb sobre su aventura en Europa.

-¿Cómo surgió este nuevo proyecto que vas a estar compartiendo con Fernando Trocca en Londres?

-El proyecto surge hace casi dos años, previo a la pandemia. El dueño de Sucre es una persona que tiene restaurantes en Inglaterra y en Dubái y sabe la amistad que tenemos con Fernando. Sabe que hicimos la apertura de “Sucre” juntos en 2001 en Buenos Aires y nos conoce hace mucho porque trabajamos con él en Gaucho Londres, cuando él era dueño de esta cadena de restaurantes.

Hoy en día ya no lo es más y ahora nos convoca para poder abrir “Sucre” en Londres. Además tiene la particularidad que el edificio tiene un sótano y me pregunto si yo quería montar un bar ahí. Nace de la inquietud de ser y de convocarnos a Fernando y a mí para armar “Sucre” sumado a la posibilidad de montar “Abajo”, que es el nombre del bar que estamos armando en Londres.

-¿Qué piensa un emprendedor como vos que constantemente está buscando nuevos desafíos?

-En mi vida la parte que más me atrae es la de pensar los proyectos. Es la forma en que funciono yo, en la forma más global, desde la estética, la iluminación y el sonido. Es la experiencia que podes llegar a vivir cuando visitas uno de mis lugares y la experiencia que atravieso yo en todo este proceso. En el caso particular de Londres fue bastante difícil porque había venido dos veces antes de que se cerrara todo. Luego todo este trabajo se hizo a través de reuniones por zoom.

Estoy muy contento pero también es un desafío muy grande porque es la primera vez que hago un trabajo así a la distancia sin poder visitar constantemente el lugar.

-¿Y cuándo planificas, lo llevas a cabo y termina siendo un éxito qué sensaciones te genera?

-Tengo una forma muy diferente de medir el éxito. El éxito de un lugar para mi es poder concretarlo. Abrir, sostenerlo y que en el bar o el restaurante que monte puedan convivir distintos tipos de personas. Quiero que se encuentren todos a la misma altura, al mismo nivel y no haya ninguna diferenciación.

El éxito muchas veces se mide en eso, en que la gente vuelva, verlos sonreír y poder brindarle felicidad a los clientes que nos visitan.

-Todos tus bares o restaurants tienen un concepto bien definido. ¿Cuál será este?

-En el proyecto del bar “Abajo”, la idea es replicar un bar underground porteño de los años 80´ en la vuelta a la democracia. Ahí surgió todo un boom cultural que se vivió en la ciudad de Buenos Aires y en toda la Argentina.

Particularmente en Buenos Aires, donde empezaban a convivir y se encontraban en lugares culturales distintas tribus. En esa época hubo un florecer cultural importantísimo en Buenos Aires.

-Este no es tu primer emprendimiento gastronómico en el exterior…

-Tengo un restaurante en Brasil que se llama “Brasero Atlántico” que está abierto hace, bueno, abrimos cinco meses antes de tener que cerrar por la pandemia y justamente ahora estamos abiertos de vuelta. Para mí es otro desafío enorme y una responsabilidad muy grande.

Tengo una mezcla de nervios, ansiedad y responsabilidad. Abrir algo en Londres, la capital de la coctelería del mundo, o una de las más importantes a nivel mundial, y poder montar algo que represente la Argentina de alguna manera a través del concepto que conté me pone muy feliz.

-¿Dentro de este contexto global en qué situación personal y profesional te encontrás?

-En un momento post cuarentena, post encerrados en Brasil y bastante creativo. Me siento muy bien, muy cómodo y muy contento con todo lo nuevo.

Lógicamente también estoy preocupado por la situación en Argentina. Si Dios quiere ya en breve estaremos abriendo nuevamente “Florería” ya que estuvo cerrado desde el 17 de marzo del año pasado. Entusiasmado con eso y con poder volver a trabajar en Buenos Aires para hacer “Florería” grande otra vez.

Cuando se pueda vamos a lanzar una carta de tragos que habíamos armado con Felipe Piña, el historiador, que no la pudimos lanzar porque tuvimos que cerrar. Tengo las preocupaciones diarias de tener negocios en la Argentina, de no poder estar cerca, pero también es un gran momento porque se no nota que muchas cosas se están reactivando.

A pesar de todo esto es un buen momento por todo lo que se viene y porque estoy con bastantes llamados de muchas partes del mundo con ganas de invitarme a hacer cosas.