El voto preferencial busca evitar que los votantes elijan exclusivaente a un candidato, permitiendo que en cambio, cada elector marque distintos postulantes en orden de preferencia. Si ningún candidato obtiene mayoría absoluta como primera opción de los electores, se elimina de la competencia al que tenga menor respaldo y sus sufragios se distribuyen entre quienes sus votantes marcaron como segunda opción.

Ese procedimiento se repite en sucesivas rondas hasta que un candidato logra la mayoría. Por esto el método también es denominado "segunda vuelta instantánea". En el sistema que Nueva York implementó por mandato popular, los votantes demócratas pudieron seleccionar el martes hasta cinco candidatos a alcalde entre 13 postulantes y ordenarlos por orden descendiente de preferencia.

Los republicanos, en cambio, tenían sólo dos candidatos en carrera, lo que permitió que el ganador se definiera de inmediato. Como ninguno de los candidatos demócratas obtuvo la mayoría absoluta de los votos, se proseguirá con la tabulación por rondas y el proceso para decantar el ganador llevará varios días o semanas.

Si bien este sistema ya se ha usado en otras ciudades como San Francisco, y algunos estados como Maine y Alaska lo han adoptado para elecciones federales, su implementación en Nueva York es vista como un paso importante por expertos.