En medio de la pandemia, se han reportado casos de delincuentes que se han hecho pasar por agentes de la policía provincial o federal para cometer robos en viviendas bajo falsos allanamientos o secuestrar a personas en controles de tránsito ficticios.

Sin embargo, la historia de Miguel Eduardo Juárez destaca entre estos ejemplos. Recientemente, Juárez fue detenido mientras se encontraba vestido como un comisario, con uniforme completo, insignias y una pistola de aire comprimido con la que apuntó a agentes reales de la Policía Bonaerense. Este incidente tuvo lugar en la localidad de José León Suárez, en San Martín.

Al ser confrontado por personal policial legítimo, Juárez abrió fuego con su arma de aire comprimido, resultando herido en una pierna por los disparos de los agentes. Tras su detención, se descubrió que el arma era una réplica y que el vehículo que conducía tenía un pedido de secuestro en Lanús.

Juárez, de 55 años y con antecedentes por robo agravado, tiene un historial de hacerse pasar por altos mandos policiales. En el pasado, fue condenado a prisión por estafas telefónicas mientras se encontraba detenido por otro delito, y también por robar a una mujer y hacerse pasar por jefe de Drogas Ilícitas para obligar a un hombre a retirar dinero de cajeros automáticos bajo amenazas.

Su audacia para interpretar roles policiales ficticios no se limita a delitos. En el pasado, Juárez incluso logró ingresar a dependencias policiales y al Ministerio de Seguridad en La Plata, todo con uniformes falsificados.

Actualmente, Juárez enfrenta cargos por abuso de arma, encubrimiento, atentado contra la autoridad y usurpación de títulos y honores, sumando así otra historia singular a su historial delictivo.