Los afiliados a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) votaron para elegir a las próximas autoridades de la entidad más emblemática de la comunidad judía en el país, que sufrió el peor atentado terrorista de la historia argentina, en 1994.

Después del empate técnico en las elecciones de 2011, que extendieron a un segundo mandato de tres años la presidencia de Guillermo Borger -del grupo ortodoxo Bloque Unido Religioso (BUR), cuyo referente es el rabino Daniel Groisman-, las elecciones de hoy buscarán finalmente cambiar la dirigencia de la mutual judía.

En la elección, que se prevé reñida, se replica una lucha de fuerzas políticas. Los principales contrincantes, la coalición de centroizquierda Acción Plural (del ex presidente Luis Grynwald) es cercana a la Casa Rosada, mientras que la lista de AMIA es de Todos está encabezada por el rabino Sergio Bergman, legislador porteño de Pro. Este enfrentamiento político se sumerge en medio de las fuertes críticas desde la AMIA al acuerdo con Irán firmado por el Gobierno para revisar la causa del atentado que dejó 85 muertos.

Con menos chances aparece la lista Unidad Comunitaria, que encabeza Manuel Junowicz, ex titular de la Organización Sionista Argentina, aunque mantiene un rol central a la hora de definir la balanza en el RAT (congreso) de 90 electores que debe elegir a la nueva conducción. Los elegidos en esa asamblea deben contar con el aval del 51 por ciento de los congresales.

Más de 25.000 socios están habilitados para votar, de 9 a 18, en 83 mesas distribuidas en 24 centros de votación en la Capital Federal, Olivos, Morón y Lanús.