En Santiago del Estero, familias de campesinos cortan la ruta 34 desde hace un mes en reclamo de una ley que frene los desalojos.

Por Continental, el párroco de Nueva Esperanza explicó que “los títulos de propiedad comenzaron a aparecer recién en los años 70, cuando los campesinos tienen documentos que acreditan su posesión desde la década del 40” de terrenos que empresarios quieren apropiarse para desmontar y sembra soja en la mayoría de los casos.

En La Mañana, Sergio Gouarnalusse denunció que, “detrás de las firmas que exigen tierras, hay nombres vinculados a funcionarios públicos”.

“Hay campesinos y aborígenes que luchan por el lugar, pero nunca han hecho los papeles. Se encuentran con que hay gente que viene a pedirles sus tierras, que poseen desde hace generaciones”, precisó.

“Muchas veces se hacen las cosas sobre el camino de la soja. Derechos Humanos de la Nación hizo un informe de la situación, pero no hubo constancia”, alertó el párroco.