Sam Bankman-Fried, el fundador de las criptomonedar FTX,  podría ser condenado a hasta 115 años de prisión si es declarado culpable de todos los cargos que se le imputan, entre ellos fraude masivo, mientras construía su imperio en el mundo cripto.

El fundador de la plataforma FTX  fue arrestado en Bahamas el lunes a pedido de Estados Unidos. Actualmente enfrenta una serie de acusaciones, incluso de los reguladores de Wall Street, que dicen que el empresario construyó a sabiendas “un castillo de naipes fundado en el engaño”.

Según el documento de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Bankman-Fried está acusado de ocho cargos, entre ellos el de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.

A través de su firma de inversiones, Alameda Research, Bankman-Fried supuestamente utilizó miles de millones de dólares de los clientes de FTX sin su conocimiento para llevar a cabo arriesgadas operaciones.

Los cargos penales, presentados por la fiscalía de Nueva York, representan la mayor amenaza para Bankman-Fried, quien se arriesga a una larga sentencia de cárcel debido a los miles de millones de dólares involucrados.

Asimismo, los cargos de Bankman-Fried también tienen una dimensión política: uno de ellos lo acusa de “cometer delitos contra los Estados Unidos implicándose en violaciones de leyes federales relativas a la confección, recepción e información de contribuciones, donaciones o gastos” incurridos en elecciones federales, aunque no cita a qué candidatos dirigió sus donaciones.

Según distintos reportes periodísticos, Bankman-Fried financió tanto a candidatos demócratas como a republicanos, aunque en el caso de los demócratas lo hizo abiertamente y en el de los republicanos con firmas pantalla.

Asimismo, Bankman-Fried se enfrenta también a otra demanda, en este caso de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), que lo acusa de orquestar un fraude contra los inversores.