Tres nenes murieron al caer a un lago helado mientras jugaban cerca de Birmingham, Inglaterra, y un cuarto se encuentra en estado crítico. La tragedia ocurrió en medio de una ola de frío polar con heladas y nevadas que provocó complicaciones para miles de automovilistas y usuarios del transporte público.

Los cuatro niños fueron rescatados en estado crítico tras caer a un lago helado en Solihull y luego fueron hospitalizados. Según los testigos, estaban jugando en el hielo y cayeron al agua.

La Policía informó el lunes que tres de ellos, de 8, 10 y 11 años, “no pudieron ser reanimados”, mientras que el cuarto, de 6 años, sigue luchando por su vida “en estado crítico”, tras sufrir paro cardíaco.

“La muerte de estos niños es una tragedia que nos dejó sin palabras. El incidente es un claro recordatorio para nosotros de lo peligroso que pueden ser las aguas abiertas, especialmente durante los meses de invierno. Los lagos, estanques, canales y embalses congelados pueden parecer pintorescos, pero pueden ser letales”, declaró el jefe de los Bomberos de West Midlands, Richard Stanton.

El jefe de la Policía local, Richard Harris, dijo que las familias de los chicos estaban “absolutamente devastadas” por la tragedia, que ocurrió a tan solo días de las Fiestas.

Es la primera vez que ocurre algo así en este lago”, comentó Andrea Ansell a The Guardian, que vive en la zona desde hace 28 años.“Es pura tristeza, pero la gente y la comunidad han sido muy amables. Han estado bajando con flores, organizando entregas gratuitas de comida”.