Por primera vez en más de 100 años, Rusia, asumida como estado que asumió la continuidad de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, entró en default. Este domingo venció el plazo para realizar un pago de la deuda externa. La falta de pago se relaciona con las sanciones que le impusieron como consecuencia de su invasión sobre Ucrania.

Hasta ahora, el gobierno de Vladimir Putin se las había ingeniado para sortear los obstaculos impuestos por la Unión Europea y Estados Unidos para movilizar su dinero. Pero el fín de semana venció el plazo establecido para un pago de 100 millones de dólares por intereses y no pudo hacerle frente.

Rusia defiende su posición y argumenta que cuenta con los recursos como para afrontar todas sus deudas, pero que es Occidente quien no le permite operar en dólares ni en euros. De hecho, la semana pasada anunció que pagaría 40 millones de dólares en deuda soberana en rublos.

La última vez que había estado en una situación de estas características había sido en 1918, un año después de la revoluciín bolchevique. El gobierno que por entonces lideraba Vladimir Lenin se negó a reconocer las deudas contraídas anteriormente por los zares.