La Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines (Caicha) ha expresado su preocupación por la situación actual del sector debido a las dificultades para abastecerse de insumos del exterior. Según la Caicha, estas dificultades han llegado a un límite tal que están causando un colapso operativo en el sector. 

Como resultado, se han visto obligados a cortar líneas de producción de embutidos cocidos, secos y frescos, lo que pone en riesgo el empleo de miles de trabajadores y también afecta a otras actividades vinculadas, desde los frigoríficos faenadores hasta los transportistas y distribuidores.

La situación se debe a las trabas del gobierno argentino para evitar la salida de divisas para el pago de compromisos con proveedores del exterior. Aunque se han aprobado permisos de importación a lo largo del año, el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) se ha vuelto muy difícil, lo que ha llevado a que los proveedores de insumos básicos importados se nieguen a seguir abasteciendo al sector. 

Además, no existen proveedores locales que puedan reemplazar a los proveedores extranjeros. La incertidumbre sobre cuándo se podrán cumplir los compromisos asumidos ha llevado a una situación de colapso en el sector.

La Caicha considera que esta situación es generalizada para la mayoría de los sectores privados en Argentina y acusa al Gobierno de “falta de transparencia” a la hora de aprobar importaciones sin respaldo de divisas, sabiendo de antemano la escasa disponibilidad de reservas con las que se contaría a futuro.