Un grupo de familiares de niños y niñas de un jardín de infantes de la localidad bonaerense de Isidro Casanova prendieron fuego el lugar y denunciaron al portero, Carlos Guzmán, por casos de abuso sexual

Hasta el momento, se estima que entre 10 y 15 chicos de cuatro y cinco años habrían sido abusados por el portero de la institución, el cual permanece prófugo tras las denuncias. Según se pudo saber, el sospechoso al que los chicos llamaban “el abuelo” cumplía también funciones de auxiliar al momento de la merienda y los abusos habrían ocurrido en la zona de los baños.

Mi hijo no quería venir más al jardín”, explicó Bruno, padre de una víctima y primer denunciante. El chiquito le contó a su papá que “Carlos le hacía cosas muy feas en el baño” y que “lo amenazaba”. Los abusos fueron constatados por un médico legista y presentaron la denuncia.

"Lo único que queremos es Justicia por mi hijo y los otros nenes que sufrieron las aberraciones de esta persona”, dijo el hombre. Agregó que el portero “le daba chocolates o plata a los niños para tocarlos”.

La primera denuncia en contra de Guzmán fue realizada en noviembre, sin embargo, varias familias recién se enteraron en los últimos días. “Queremos justicia. Ayer a última hora hubo golpes y fuego en el jardín porque muchos de los padres se enteraron ayer y al saber esto las personas que estaban al cuidado de esos nenes, que en muchos casos eran los abuelos, le preguntaban y cada vez iban apareciendo más casos”, contó Bruno ante las cámaras de TN.

El lunes familiares de las víctimas prendieron fuego los juegos del patio tras una reunión en la que las autoridades del jardín informaron a las familias de lo ocurrido. Ahora mantienen una vigilia frente al lugar, mientras la policía sigue buscando al sospechoso.