Al abrir el período legislativo 2011, la presidenta Cristina Fernández prometió enviar al Congreso un proyecto de Ley de propiedad de tierras de la República Argentina, una iniciativa ‘lo suficientemente inteligente’, según dijo, ‘para que no tenga un sesgo anti inversor que nos plantee a los argentinos como xenófobos’. En ese sentido, resaltó el modelo de Brasil en la materia.

El tema le fue recordado a la jefa de Estado por el diputado proveniente del sector rural, Pablo Orsolini. “Esto es importantísimo para todos los argentinos pero, particularmente, para los pequeños y medianos productores que vivimos en el interior profundo del país”, resaltó, “para ponerle límites a la extranjerización de la tierra”.

El legislador, autor de uno de los proyectos, precisó que son doce las iniciativas.

“No estamos lejos de sancionar una ley. La señora presidenta le debe dar la orden a su gente”, dijo el ruralista en Bravo.Continental.

“Este es un tema muy serio. Cuando comenzó el gobierno kirchnerista en 2003 había siete millones de hectáreas en manos de empresas extranjeras, hoy hay 30. No vienen por el valor de la tierra sino por los recursos naturales”, advirtió.

En ese sentido, dijo que “hay mucha gente que esta siendo expulsada de estos lugares. Nosotros tenemos la mayor reserva de agua dulce del mundo, recursos minerales e hidrocarburíferas”.

“Benetton es dueño de casi toda la Patagonia; con John Lewis sucede algo similar”, graficó.