El joven Lucas González falleció esta tarde, víctima de disparos en la cabeza ejecutados por policías de la Ciudad de Buenos Aires, que no llevaban uniformes ni circulaban en una patrulla reconocible, luego de un confuso episodio en el cual detuvieron el auto donde Lucas viajaba con amigos y lanzaron una serie de disparos sobre el rodado y sus ocupantes.

El joven, que venía de probarse para jugar al fútbol en el club Barracas Central, recibió disparos en la cabeza y no sobrevivió.

Los policías en determinado momento cruzaron su auto frente al que transportaba a Lucas y tres amigos y sin motivación aparente hicieron caer una lluvia de disparos que terminó con la vida del joven futbolista.