Carlos Molinari es un empresario vinculado con desarrollos inmobiliarios. “Los principales negocios los tengo en Argentina”, dijo el hombre que contrató, por algún tiempo, a Leonardo Fariña, pero lo despidió.

“A fines de 2010 un conocido de mi hijo me comenta que tiene una persona que podría aportar inversores. Fue algo muy breve; retomé la relación recién en enero. Nos pareció un buen negocio una especie de Renta-Car, vinculado con autos de alta gama”, resaltó.

“En el 2011 era habitual recibir a 3 o 4 personas a diario como posibles inversores”, sostuvo Molinari.

“Nunca manifestó si tenía dinero propio o eran inversores”, explicó el empresario.

“Él se presenta con un comentario sobre que trabajó en una empresa de leasing de camiones”, recordó. “Dijo que ese trabajo lo había hecho con Lázaro Báez, como una carta de presentación”, agregó.

Molinari aclaró que pagó la fiesta de casamiento de Leonardo Fariña con Karina Jelinek por estrategias de publicidad. Así lo entendió el empresario. “Había que promocionarlo a él que iba a ser la cara visible de esta agencia de coches de alta gama”, remarcó.

“Eláskar sí era amigo de mi hijo desde chico; vivía en el mismo edificio que nosotros en Miami. Lo conozco como a un montón de amigos de mi hijo”, dijo.

“No soy un hombre de la política ni soy K”, subrayó. Asimismo, sostuvo, “acompaño a los gobiernos elegidos democráticamente”.