A un año y medio de la catástrofe ferroviaria de Once, que causó cincuenta y un muertos y centenares de heridos, la Unión Ferroviaria convocó a una marcha a Plaza de Mayo. También pedirán Justicia por la tragedia de Castelar. Será desde las 16, y contará con la adhesión de variados nombres de la oposición, entre ellos los líderes de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, y de la CTA disidente, Pablo Micheli. Por Continental, éste último acusó al Gobierno de “demonizar a los trabajadores”.

“Pediremos por un tren seguro, que el Gobierno realice inversiones genuinas en vez de perseguir a los trabajadores poniéndoles cámaras”, exigió en Magdalena Tempranísimo. Ayer jueves, familiares y amigos de las víctimas de la tragedia de Once realizaron un acto en el hall central de la estación en el Barrio de Balvanera.

En otro orden, Micheli cuestionó al Gobierno por excluir a los sectores más cerrilmente opositores al encuentro de Río Gallegos, entre ellos la CTA y la CGT opositoras. “La Presidenta vuelve a cometer el mismo error de sentarse con los que piensan igual. Le resta diversidad a esta democracia y se pierde el país de opiniones diferentes. No se puede construir con una forma casi totalitaria, tan homogénea que me hace acordar a lo que era el Partido Comunista de la Unión Soviética, que tenían que pensar todos igual”, aventuró.

Pese a que Cristina Fernández manifestó su voluntad de bajar el mínimo no imponible, el gremialista se quejó de que “no se formó una comisión para hablar del Impuesto a las Ganancias, que es el tema que más preocupa a los trabajadores. Si un trabajador paga más de impuestos que una multinacional, así no se puede construir una redistribución del ingreso”, graficó.

“Con Yasky y Caló en el equipo de Primera nos vamos a la B. Si fuera por Cristina Fernández, no somos ni suplentes: estaríamos afuera de la cancha”, ironizó Micheli.