Insisten en un cuidadoso off the record. No quieren quedar pegados a lo que en definitiva, será una decisión política y ya bastante dañada ha quedado su imagen en 2020, pero lo cierto es que los infectólogos cercanos al gobierno, están forzando la prolongación del confinamiento estricto, como único remedio para evitar la saturación del sistema de salud.

Hacen bien en cuidarse, no vaya a ser que la gente además, se ponga a restrear las noticias del año pasado, cuando en abril y mayo, exigían a la gente no usar barbijo, porque no era recomedable. Entre tantos otros fallos, los infectólogos quedaron pegados a una lista interminable de desatinos.

Pero sin exponerse, lo que le dicen al presidente es que 9 días de confinamiento no son suficientes, que es necesario reducir la ocupación de camas de terapia a no mas del 60% y que eso solamente puede lograrse con un mes completo de encierro.

El gobierno trata de no escuchar. No es momento. La economía no da más, la gente no da más y las elecciones están a la vuelta de la esquina. Sin embargo hay funcionarios que dicen: "si después de esos 9 días, la cosa no cambió nada nos matan, de todos modos nos matan, hay que pensarlo bien".

El tema pasa porque, durante esta semana, los números seguirán siendo altos, porque responden a 15 días atrás, con lo cual los efectos de los 9 días recién se verían después de terminados ellos.

Algunos creen que la decisión final se tomaría luego del fin de semana de calusura del 5 y 6 de mayo. La semana que le sigue será crucial, para que el gobierno defina si otra vez, recuesta sus decisiones en los infectólogos o en su encrucijada electoral.