El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), brindó un informe este jueves, indicando que por primera vez desde su año de creación en 1990, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) disminuyó durante dos años consecutivos en los años 2020 y 2021.

 Las crisis mundiales consecutivas han resultado en un impacto en el desarrollo humano, borrando las ganancias de los años anteriores, que habían ido en crecimiento constante durante décadas hasta el 2020. Los países más afectados son Sudán del Sur, Chad y la República del Níger, disminuyendo en un 40% la vida de las personas.

El corresponsal de Al Jazeera, Hiba Morgan comentó: “Si miras a los países al final de esta lista, hay un factor común, los conflictos”, quien cubrió algunos eventos en estos países, y agregó: "Hay otro factor que es común entre esos tres países que están al final de la lista y es el impacto del cambio climático. Hemos visto a Sudán del Sur enfrentarse a inundaciones durante tres años consecutivos que han provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas que han sumergido decenas de aldeas en varios estados del país”.

En relación a la esperanza de vida, el ranking movió a Estados Unidos del primer puesto en 1990 al 21 en la actualidad, encabezando a lista por países como Suiza, Noruega e Islandia como los más desarrollados. Los expertos creen que la pandemia por coronavirus fue uno de los factores determinantes de este declive, seguido de crisis políticas, financieras y relacionadas con el cambio de clima dejando sin margen para la recuperación a la humanidad.

"El mundo se esfuerza por responder a crisis consecutivas. Hemos visto con el costo de la vida y las crisis energéticas que, si bien es tentador centrarse en soluciones rápidas como subsidiar los combustibles fósiles, las tácticas de ayuda inmediata están retrasando los cambios sistémicos a largo plazo que debemos hacer”, dijo Achim Steiner, administrador del PNUD, si bien unos países  comenzaron a recuperarse tras la pandemia, otros tantos de América Latina, África, el sur de Asia y el Caribe fueron sorprendidos por la guerra en Ucrania que genera una nueva crisis.

Con respecto a este último acontecimiento, aun no se calcula el impacto para los índices de este año, pero según declaró Steiner: “sin duda, las perspectivas para 2022 son sombrías", sumando a la caída de esperanza de vida a nivel global  de 73 años a 71,4 en 2021.

"Estamos colectivamente paralizados al hacer estos cambios. En un mundo definido por la incertidumbre, necesitamos un sentido renovado de solidaridad global para enfrentar nuestros desafíos comunes e interconectados”, informó el administrador del PNUD, agregando un poco de optimismo de cara al futuro al decir que se pueden hacer mejoras si nos centramos en tres áreas principales: inversiones en energía renovable y preparación adecuada para enfrentar futuras pandemias, seguros para absorber impactos e innovaciones para fortalecer la capacidad para hacer frente a futuras crisis.

Por último, Pedro Conceincao, principal autor del informe del PNUD, anima a proteger el planeta, brindar a las personas la esperanza para un futuro dotado de herramientas y un control sobre sus vidas logrando una sensación de seguridad.