Un estudio realizado por el gobierno de los Estados Unidos reveló que el año pasado más de cinco millones de americanos tuvieron que saltear comidas o recortar sus gastos. Entre ellos, alrededor de 274,000 niños tuvieron que pasar días sin comer por falta de alimento, y 2.3 millones de familias no contaron con la cantidad necesaria de nutrientes. 

La inseguridad alimentaria en EE.UU no es un problema nuevo, y se estima que continúe creciendo. De acuerdo con la USDA, United States Department of Agriculture, es posible que el número de familias que luchan por conseguir alimento se incremente por la inflación que golpea en estos momentos al país. El costo del mercado subió un 13,1% en julio comparado con el año pasado, viéndose un aumento en los cereales, el pan y lácteos.

Asimismo, las familias se ven bajo aún más presión este año, ya que las ayudas sociales vinculadas con la pandemia; como el desayuno gratis en las escuelas o los cupones de alimentos, están siendo retirados en varios estados.

El problema de la inseguridad alimentaria también va de la mano con otras enfermedades comunes en los Estados Unidos, como la diabetes, obesidad y problemas en el corazón. En su mayoría, las comidas procesadas y con altos niveles de grasa suelen ser más accesibles que las opciones saludables. 

A finales de este mes, se espera que la Casa Blanca de una conferencia respecto al hambre, nutrición y salud. Cabe resaltar que esta es la primera vez que se realiza en 50 años. Hasta el momento no se sabe si Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, vaya a mencionar la razón de la inseguridad alimentaria en el país, sin embargo, expertos dicen que se debe a un tema de inequidad económica y racial