Se cumple un mes desde que el padre de Laura Sanoner llamó al 911 para alertar sobre una situación que le preocupaba: hacía varias semanas que no sabía nada de su hija, de 51 años. Tras el llamado, los efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires ingresaron junto a él y un cerrajero al departamento de la mujer para ver qué pasaba, en el octavo piso de un edificio sobre la calle 11 de septiembre de 1888, en el barrio porteño de Belgrano.

La escena que encontraron fue inesperada para todos, Laura estaba muerta en la bañera, maniatada, envuelta con una sábana y con una media en la boca. Además de eso, tenía cortes en la cara. Había sido asesinada. La autopsia reveló que la mujer había muerto 34 días antes, como mínimo a partir del 16 de agosto pasado, a causa de una asfixia mecánica por sofocación. Tenía una sábana que le cubría la cabeza y una media atada alrededor del cuello que le obstruyeron las vías respiratorias e impidieron el ingreso de aire.

La investigación quedó en manos del Juzgado en lo Criminal y Correccional N°13, subrogado por el juez Gustavo Pierreti, y la Fiscalía descentralizada de Núñez-Saavedra, a cargo de José María Campagnoli. Luego de una ardua búsqueda, las autoridades lograron dar con el principal sospechoso: Diego Martín Arener, ex convicto y antigua pareja de la víctima.

Foto de Arener, principal sospechoso del asesinato de Laura.
Foto de Arener, principal sospechoso del asesinato de Laura.

La Policía Científica estableció que habían cinco de siete huellas pertenencientes a Arener, las cuales se encontraban en un perfume dentro de una lata metálica en la habitación de la víctima. De igual manera, habían más de sus huellas en un vaso que estaba sobre una mesa ratona en el living.

Actualmente, Arener, de 45 años, se encuentra con prisión preventiva por decisión del juez Pierreti, que también trabó un embargo de 15 millones de pesos. Aparentemente, el sospechoso había conocido a Laura hace varios años, cuando cumplía condena a 20 años por el crimen de un remisero durante un robo en su provincia.

En una de sus salidas transitorias en 2013 decidió mudarse a Buenos Aires y conoció a Laura mientras estaba prófugo de la Justicia. La relación no había terminado bien y el 23 de octubre de 2016 Laura lo denunció por haberle robado 40 mil dólares, 50 mil pesos, alhajas y teléfonos celulares.

De igual manera, el mismo día que los investigadores creen que ocurrió el crimen, Arener compró una moto de alta cilindrada por la que pagó 990.000 pesos en efectivo, mientras que a fines de agosto pasado habría comprado un Volkswagen Vento por 16.200 dólares. Se cree que el sospechoso torturó con un cuchillo a la Laura para que le diera la clave de la caja fuerte del departamento, la cual estaba vacía a pesar de que el padre de la víctima le había regalado recientemente 8 mil dólares.

Actualmente, Arener deberá responder ante la Justicia por el homicidio triplemente agravado por el vínculo, por haber sido cometido criminis causae y mediante violencia de género.