La CGT antimoyanista realizará el miércoles el congreso para elegir a las nuevas autoridades de la central obrera opositora a Hugo Moyano. Sin embargo, aún no está definido quién será su líder.

La elección de los nombres y la forma de gobierno que surja del congreso del 3 de octubre en Obras Sanitarias no sólo definirá el reparto de poder entre los sectores sino que también puede llegar a determinar el perfil político y sindical de la nueva central obrera afín al Gobierno.

"Es fundamental que de este congreso surja una CGT que se posicione como la contracara de Moyano, que adoptó una estrategia política muy jodida y que tiene que ver con el desgaste y el esmeriliamiento de este Gobierno", señaló uno de los dirigentes con mayor peso dentro del sector de los "gordos".

Si bien en un principio el metalúrgico Antonio Caló se perfilaba a ser el candidato para estar al frente de CGT, con el tiempo surgió la alternativa del triunvirato en el que estarían representados de manera equilibrada "independientes", "gordos" y "antimoyanistas".

A través de un documento, las tres facciones dejaron en claro cuáles serán las postura que tendrán en temas concretos.

Uno de los puntos del documento sostiene que los sindicatos deben ser "agentes activos para reducir los efectos nocivos del alza de precios" y aclara que los gremialistas no deberían aspirar en la política más allá de "funciones partidarias o legislativas".

La demanda por elevar el umbral del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias será un tema clave para los integrantes de la central gremial que nace este miércoles.

"La CGT tiene derecho a proyectar algunos de sus cuadros hacia funciones partidarias y/o legislativas, pero no como fin en sí mismo: su razón de ser no es convertirse en un partido político", se destaca en el apartado 14 del documento gremial.

Y más adelante, se advierte: "Se debe tener una política independiente y autónoma respecto de quienes gobiernan, aunque el Estado puede ser ocasional aliado".