El nuevo intendente de la ciudad de Córdoba, el radical Ramón Mestre, aseguró que la Municipalidad “no cuenta con fondos suficientes para depositar los salarios” ni afrontar “gastos imprescindibles”.

Mestre admitió que “el Municipio está quebrado”, y que la Comuna necesita ciento veinte millones de pesos para el pago a sus empleados y otros gastos, pero sólo dispone de dieciocho millones.

El intendente cordobés aseguró que, “tras doce años de malas administraciones que han desfinanciado el Municipio, hay que sincerar el estado de situación”. Así, el mandatario comunal confirmó que no pagó los sueldos de diciembre y anticipó que “la situación recién mejorará en marzo”.

La medida se entiende quizá como justificación del impuestazo con el que debuta la gestión municipal. Es porque la mayoría radical del Concejo Deliberante de la capital mediterránea, con la oposición del peronismo y el juecismo, aprobó la anulación de una rebaja impositiva del 30 por ciento aprobada en 1999 por la gestión de Kammerath y revaluó las propiedades.