El vicepresidente, Amado Boudou, fue indagado este lunes por el juez federal Ariel Lijo en la causa Ciccone. Se lo investiga por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública. La declaración del funcionario se llevó a cabo en los tribunales de Retiro, sin acceso para la prensa y tampoco pudo ser televisada porque el magistrado rechazó ese pedido del segundo de Cristina Fernández.
 
Es la primera vez que un vicepresidente en ejercicio es llamado a declarar como imputado desde el retorno de la democracia.
 
Esta mañana, Boudou adelantó en un escrito al juez Lijo el pedido para grabar la indagatoria. A través de sus abogados, solicitó registrar en audio y video su encuentro con el magistrado, al tiempo que pidió la autorización para que ingrese un taquígrafo del Senado. En la presentación el vicepresidente sostiene que el pedido es por “decisión personal” y en función de la gravedad institucional” que significa que el vicepresidente esté imputado en un proceso judicial. 

Al  dirigirse a declarar en Tribunales, Boudou aseguró que no tiene "estrategia" y que acudió a la indagatoria para "decir la verdad" sobre la causa. “Vale la pena dar todas estas peleas para poner las cosas blanco sobre negro en la investigación. La verdad está en el expediente, el juez no la quiso ver", graficó el vicepresidente.