En una de las jornadas técnicas en el juicio a los rugbiers por el homicidio de Fernando Báez Sosa, el perito especialista en ADN, César Guido, describió que había manchas de sangre de la víctima en cuatro prendas de vestir y en tres zapatillas de los imputados. Según Fernando Burlando, abogado de la familia Báez Sosa, los dueños de dicha ropa eran Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi.