El juez neoyorquino Thomas Griesa le puso “condiciones” a la Argentina para levantar el “desacato”. Emitió una orden “aclaratoria” en la que sostiene que nuestro país se encuentra en esa situación por desobedecer varias veces sus decisiones. Afirmó que no levantará el fallo mientras el Gobierno no confirme al Bank of New York Mellon como fiduciario y “termine” con Nación Fideicomisos.
 
Por otra parte, el octogenario también autorizó a la JP Morgan a pagar bonos argentinos, tal como lo hizo con el Citibank. El juez habilitó al banco a abonar los intereses de títulos en dólares y bajo ley argentina para el vencimiento del pasado 30 de septiembre.
 
A todo esto, el Papa pidió defender el empleo y fustigó al capital financiero. Francisco advirtió que “el trabajo no puede ser una variable dependiente de los mercados financieros o monetarios”. Cuestionó a los “bancos de especulación”, pidió que “no se desmantele el estado social de derecho” y consideró necesarias “reformas profundas” que prevean la redistribución de la riqueza.