El gobierno de Tierra del Fuego prohibió amarrar este lunes en el puerto de Ushuaia, a dos cruceros turísticos ingleses que venían de hacer paradas en las Islas Malvinas, en el marco del reclamo argentino por la soberanía del archipiélago.

A través del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ejecutivo británico manifestó su ‘preocupación’ por la medida.

La Cámara de Turismo de Ushuaia también señaló su disgusto por la decisión, al considerar que los cruceros de turismo “no se relacionan con el pedido de soberanía”.

Uno de los buques que no pudieron hacer parada en el muelle de la capital provincial fue el “Star Princess”, un crucero de lujo con capacidad para 2.600 pasajeros y de 289 metros de eslora (longitud), que ya había atracado en la ciudad austral en varias oportunidades durante los últimos años.

El otro navío de lujo que tampoco fue habilitado para amarrar en tierra argentina fue el “Adonia”, de la empresa P&O Cruises, luego de que ambas embarcaciones tuvieran previsto hacer escala durante el día en Ushuaia antes de continuar su viaje hacia Chile.

“El obstáculo es justamente su bandera”, enfatizó el vicegobernador fueguino, Roberto Crocianelli.

En referencia a las quejas que emanaron desde diferentes sectores turísticos, el funcionario advirtió: “como ciudadanos tenemos que ponernos de acuerdo sobre qué priorizamos”.

Crocianelli explicó que según una ley próxima a reglamentarse en la provincia “no podrán operar buques con bandera de Gran Bretaña” en el puerto de Ushuaia.