Culminó con un acto en Plaza de Mayo la multitudinaria marcha de organizaciones sociales y políticas de izquierda, en una jornada nacional de protesta en repudio del asesinato de Mariano Ferreyra. Pidieron “juicio y castigo” para los responsables.

Los reclamos por la muerte del joven de 23 años, ocurrida en el marco de un enfrentamiento gremial ferroviario en las inmediaciones a la estación de Avellaneda de la Línea Roca, tuvieron eco en distintos puntos de la ciudad y el conurbano bonaerense, con cortes en la autopista Panamericana e incluso las vías propias vías del Roca.

La movilización se tensó durante varios minutos cuando arribó la columna más importante frente a la Casa de Gobierno, donde un grupo de Quebracho, con sus caras tapadas, avanzó hacia las vallas de contención, desafiando a los efectivos de Policía que custodiaban el lugar.

En la primera línea de la columna se pudo ver a los familiares de Ferreyra visiblemente dolidos por la situación, junto a los representantes más significativos de la izquierda en la Argentina, como el diputado nacional de Proyecto Sur Fernando "Pino" Solanas, la dirigente del MST Vilma Ripoll y Néstor Pitrola (Polo Obrero).

Según los organizadores, desde el escenario montado sobre el trailer de un camión de grandes dimensiones, hubo unas 60 mil personas en la manifestación central.

Allí también se leyeron diversas cartas de apoyo, como las de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, la Juventud Sindical Peronista, la Legislatura de Buenos Aires y la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú.