El gran torneo europeo llega a su fin. El punto culminante tiene un partido sumamente atractivo, entre dos de las selecciones más tradicionales del mundo. Inglaterra e Italia juegan en Wembley la final de la Eurocopa 2021 ante casi 65 mil personas.

Si bien ambos tienen una historia pesada, en ninguno de los dos abundan los trofeos continentales. No será a estadio lleno, como en algún momento se previó, pero habrá una gran cantidad de público. De hecho, seguramente sea el partido con más espectadores del torneo, dado que si bien estará lejos de permitirse que se colme la cancha al 100%, habrán casi 65 mil espectadores.

Hasta el momento, los encuentros que más público tuvieron fueron los que se jugaron en Hungría, por la fase de grupos. Los duelos de la Selección local ante Portugal y Francia se jugaron en el Ferenc Puskas, a estadio lleno, con 63 mil personas.

Inglaterra será claramente local, no sólo por el punto geográfico en el que se disputará el partido, sino porque su parcialidad contará con 54 mil entradas. Sólo habrá un grupo de 10 mil hinchas italianos, de los cuales se calcula que la mayoría serán personas que residan en tierras británicas. Más allá de eso, deberán presentar un PCR negativo.

A pesar de tratarse de dos equipos campeones del mundo, no han tenido un éxito proporcional a nivel Eurocopa. Italia tiene un sólo título de este tipo y data de 1968. Además, perdió dos finales. La primera fue en el 2000, ante Francia, en un partido inolvidable. La Azzurra ganaba 1 a 0 y se encaminaba a su segunda conquista, pero en el cuarto minuto de descuento, Sylvain Wiltord empató la historia y llevó el encuentro al alargue. Allí, David Trezéguet, con una volea espectacular le dio el triunfo a los galos, dado que se jugaba con formato de gol de oro.

Luego, doce años más tarde, el conjunto italiano que tenía como principal figura a Mario Balotelli cayó ante España, que ganó la Euro 2008, el Mundial 2010 y nuevamente la Euro 2012. La selección inglesa nunca ganó una Eurocopa. De hecho, sin contar los torneos Olímpicos de 1906 y 1912, solamente llegó a una final en su historia: la del Mundial 1966, en la que, en condición de local, salió campeona con enorme polémica. Nunca había alcanzado una final de un torneo continental.

Sus mejores actuaciones habían sido terceros puestos, en 1968 y 1996. En este campeonato ambas selecciones han sido de lo mejor. Sin embargo, su rendimiento en semifinales no fue tan alto.

El equipo dirigido por Roberto Mancini no tuvo un buen partido ante España, a pesar de que por todo su recorrido merece claramente su lugar en el partido decisivo y los conducidos por Gareth Southgate, si bien hicieron un buen encuentro, necesitaron de un penal absolutamente inexistente para sacarle ventaja a la dura Dinamarca.

De todos modos, el duelo, por peso específico, por jugadores y hasta por estilos bien diferenciados, el partido promete mucho. Un equipo inglés, que juega con el dinamismo y el vértigo que reina en su liga, contra un conjunto italiano que rompió con todos los paradigmas de su historia para transformarse en un seleccionado ecléctico, más predispuesto al juego de posesión, con el que sus jugadores se sienten cómodos.