Los arqueólogos que están excavando los restos de Guanzhuang, una antigua ciudad china del este de la provincia de Henan, han descubierto lo que creen que es la primera ceca de monedas de la historia, en la que hace 2600 años se fabricaban en masa pequeñas monedas de bronce con forma de pala.

Sus investigaciones, publicadas este agosto en la revista Antiquity, apuntan a que las primeras monedas de la historia no se acuñaron, como lleva pensando mucho tiempo, ni en Turquía ni en Grecia sino en China, informó National Geographic.

La ciudad amurallada de Guanzhuang data del 800 a.C y su fundación, donde el bronce se moldeaba para crear barcos rituales, armas y herramientas, se inauguró sobre el 770 a.C, según Hao Zhao, arqueólogo de la Universidad de Zhengzhou y el principal autor del estudio. Pero no fue hasta 150 años más tarde que sus trabajadores empezaron a a acuñar monedas en las afueras de la puerta meridional de la ciudad interior.

Usando métodos de datación de radiocarbono, el equipo determinó que la fabrica de monedas descubierta empezó a operar entre el 640 a.C y no más tarde del 550 a.C. Mientras otro estudio ha datado unas monedas del Imperio Lidio, que se extendía en lo que ahora es Turquía, como muy pronto entorno al 630 a.C, Zhao apunta que la primera ceca que se sabe que produjo monedas lidias está datada entre el 575 y el 550 a.C.

Para Zhao, la ceca de Guanzhuang "es, en estos momentos, el centro de acuñación de monedas más antiguo del mundo, que hemos podido datar con seguridad".

Durante sus excavaciones, los investigadores encontraron dos monedas con forma de pala - que parecen versiones en miniaturas de herramientas de jardinería- y una docena de moldes usados para su fundición. Una de las monedas estaba en unas condiciones casi perfectas: poco menos de 15 centímetros de largo y unos 6 de ancho, con un peso de unos 27 gramos, o lo que es lo mismo, menos de lo que pesan 6 folios.

Para acuñar las monedas con forma de pala, los artesanos usaron dos moldes arcilla, después le hacían una cavidad y la "espiga" - el canal por el que le metían el metal líquido. Se juntan los dos moldes y se vierte el metal fundido. Cuando se enfría el metal se retiran para recoger la moneda.

Fuertes evidencia, no pruebas

Las monedas se suelen encontrar "juntas y totalmente alejadas de cualquier contexto sobre su producción o uso", asegura Bill Maurer, un profesor de antropología de la Universidad de California Irvine (Estado Unidos). "Pero en este caso, tenemos toda una fábrica de monedas y los moldes usados para la acuñación".

Lo más destacado es lo completo que es el descubrimiento, afirma Maurer, que no está implicado en la investigación. Encontrar dos monedas y sus moldes es lo que ha permitido a los expertos datar la ceca con radiocarbono, apoyando su afirmación de que es la más antigua de la historia.

Las monedas se suelen descubrir aisladas o atesoradas lejos de donde se fabricaron, escondidas en los recovecos de una casa o enterradas en un agujero en la tierra, explica Maurer, "totalmente separadas de cualquier tipo de contexto que se pueda asociar sin dudas a las propias monedas".

Si esas monedas se encuentran con evidencias de fuego, los expertos pueden datarlas con radiocarbono, pero, como dice Maurer, no pueden estar seguros "si el fuego tiene algo que ver con el periodo en el que se usó la moneda" o, por el contrario, las monedas se quemaron por un incendio accidental.

Pero aquí, "tenemos una fundición que está llena de residuos de carbono asociados a la propia producción", continúa el antropóloco estadounidense, esto probaría la antigüedad de las monedas y su fábrica.