De acuerdo a las pericias químicas realizadas sobre la ropa, tanto de la víctima, una joven de 20 años, como de sus agresores, los forenses determinaron que hay semen tanto en la indumentaria de la mujer como en la de varios de sus atacantes.

Los llamados "rastros genéticos compatibles con semen" llevarán ahora a cotejar el ADN encontrado con el de cada uno de los agresores, centrándose en si el semen en la ropa de la víctima se corresponde con uno o mas agresores.

La violación se produjo en el barrio de Palermo en pleno día, dentro de un vehículo en el que cuatro sujetos abusaban de la víctima, mientras otros dos ejercían maniobras distrativas para evitar que fuesen vistos por los transeúntes.