Hasta 2015 el 70% del voto sub 25 a nivel nacional era patrimonio del kirchnerismo, eso otorgaba una certeza electoral, una base homogénea sobre la que construir y la garantía de trabajo territorial activo. Hoy las encuestas muestran que esa preferencia se redujo a menos del 40%.

El oficialismo no perdió a los jóvenes a manos de la mayor alianza de oposición, simplemente los perdió, muchos de ellos ni piensan ir a votar, los que vayan se dividirán entre votar en blanco o buscar una opción antisistema, todo eso puede verse en las encuestas que manejan los dos espacios mas relevantes, pero en el oficialismo se siente como una pérdida.

De este modo es que puede observarse en el discurso del FdT una dedicación particular en la búsqueda de voto. El presidente Alberto Fernández, se mostró comprensivo con el rechazo a las restricciones, prometió un futuro mejor y hasta incluyó en la discusión electoral la legalización del consumo de marihuana.

Cristina Fernández de Kirchner también incluyó en su discurso el tema de la libertad, uno de los cuestionamientos mas fuertes del sector juvenil, fuertemente herido por el año y pico de encierro y la imposibilidad de relacionarse.

Pero el discurso viene siendo poco convincente, errático. Los jóvenes, si van a escuchar a alguien, va a ser a otros jóvenes. Cuando el kirchnerismo detentaba el voto sub 25 como una propiedad casi exclusiva, contaba con una ventaja: esos jóvenes recibían el mensaje de otros jóvenes, los líderes de La Cámpora. 

El problema es que los jóvenes a los que les hablaba esa agrupación ya no lo son, hoy tienen mas de 30 y hay otra generación de jóvenes que ve las cosas de otra manera y sufrió los efectos de la pandemia y el confinamiento. Y, por otro lado, los dirigentes de La Cámpora, los emisores, ya no son "pares" para los nuevos jóvenes, los camporistas son cuarentones, cuando no cincuentones.

El problema del kirchnerismo para recuperar a la juventud es que esa juventud cambió y además que no tiene interlocutores que hablen el mismo idioma. La política no tiene esos interlocutores y eso no se resolverá para estas elecciones, los espacios deberán buscar una solución para las próximas, si no quieren que esa juventud directamente desista de la política.