El Club de París accedió a negociar la deuda de 7.700 millones de dólares que mantiene la Argentina, sin la intervención del Fondo Monetario Internacional, según anunció este lunes Cristina Fernández.

En Cadena Nacional, la presidenta aseguró que con este paso el país abandonará un default de casi diez años.

El gobierno recibió un mail del Club de París la última semana –luego confirmado por carta- “accediendo a la propuesta argentina” de negociar pero sin el contralor del Fondo, tal como exigen los estatutos.

En ese sentido, la jefa de Estado remarcó que el diálogo con el organismo de crédito será llevado adelante por el ministro de Economía, Amado Boudou, “sin ningún tipo de intermediario, ni bancos, ni asesores” al remarcar la necesidad de que la operación en curso “no afecte el modelo de crecimiento” del país.

Fernández reveló que en la carta “se destaca que debe ser una negociación realista” y añadió que “coincidimos, pensamos que debe ser una negociación con inclusión social”.

Según estimó la mandataria, con esta reapertura al diálogo “el año que viene podremos estar saliendo definitivamente del default” y agregó, sin ánimo de “reproches”, que “esto demuestra qué tiempo tan breve lleva la destrucción y cuánto tiempo la reconstrucción”

En ese marco, resaltó que la deuda con el Club de París se originó en una década “en la que se aplicaron las recetas del FMI, que fue cuando más sufrimos los argentinos”.

El Club de París fue creado en 1956 y constituye un foro informal de acreedores oficiales y países deudores y su función es coordinar formas de pago y renegociación de deudas externas.

Está integrado por los siguientes países acreedores permanentes: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá Dinamarca, Estados Unidos, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Rusia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza.