“Estoy esperando que la barrabrava me mate a mí o a mi familia”, afirmó el presidente del club El Porvenir, Enrique Merelas.

“Los chicos del Porvenir estaban concentrados; entraron a la madrugada y rompieron todo el club, los coches, los vidrios. Todo esto porque yo no quiero tener depósito de droga y alcohol en mi club. Este es un club de jubilados, más de 500; chicos con Síndrome de Down, mis nietos, chicos jóvenes que practican diferentes deportes”, lamentó el ex jugador.

“Yo tiré la pared de una tribuna que había hecho a nuevo cuando me enteré que se drogaban ahí durante los partidos”, explicó.

Los barras. “Ellos están siempre alcoholizados y drogados. Ya no entran y no van a entrar por cuatro años más que dure mi mandato”, aseguró Merelas.

“Yo me crié en la calle, se cómo actúa esta gente. Yo interné a muchos, los ayudé a que salgan; muchos salieron de la adicción y otros no. Hace un año y medio que vienen todas las semanas a insultar a la puerta de mi casa porque no los dejo entrar”, prosiguió.

Los barras “son 30. Todos tienen prontuario por homicidio. El año pasado se agarraron a puñaladas”, dijo.

“Mi club es muy bonito, tiene cancha de tenis, pileta de natación, un gimnasio cubierto, se practica voley, paddle; tiene muchas cosas y va mucha gente. Yo no soy racista, pero soy humano. Me crié con el concepto de respetar a los mayores, decir buenos días y buenas noches, sin estar con una botella en la mano y borracho”.

La justicia. “Yo ya no creo en ellos. Hice más de 27 denuncias. Este es un barrio muy pobre y muy humilde; los vecinos también denunciaron para respaldarme y tampoco obtuvieron respuesta”, dijo.

En tanto, reconoció que está “enfrentado” con la política pero dijo que es “más que amigo” de Grondona. “Él no quiere que me pase lo que me está pasando pero más de lo que hace no puede hacer. Además de presidente fui jugador en primera durante 10 años. No soy dirigente, no tengo carnet ni nada pero lucho para que no haya agresión violenta”, señaló Merelas.