La Auditoría General de la Nación presentó en el Congreso un crítico informe sobre el sector energético del país desde 2002, informó por Continental su jefe, el radical Leandro Despouy. En Magdalena Tempranísimo, alertó sobre “la caída en la producción de petróleo y gas natural en nuestro país, sin que las proyecciones muestren una reversión de esta tendencia”.

En términos lapidarios, el trabajo advierte que la crisis energética se veía venir desde hacía por lo menos seis años, pero que el Gobierno no reaccionó ante la evidencia. El trabajo resume que "una equivocada política de subsidios, tanto desde el punto vista social como territorial, sumada a la ausencia de estímulo a la inversión y los retrasos tarifarios que no sirvieron para frenar el proceso inflacionario, desencadenaron la crisis en el sector energético".


Y critica que "este incremento no encuentra su justificación desde el punto de vista de la equidad, ya que, en ausencia de tarifas sociales, ha beneficiado a los sectores de mayor poder adquisitivo de la población". El trabajo recuerda que la caída en la producción de petróleo y de gas llevó al saldo comercial energético, positivo en US$ 5700 millones en 2006, al rojo cercano a los US$ 7000 millones previsto para este año.

Despouy no hizo mención en su análisis a la remontada en la extracción de pozos de yacimientos tradicionales de YPF, ni a las potencialidades de la exploración los yacimientos de Vaca Muerta, aunque sí reclamó "mayor control del Congreso al manejo de la petrolera, como ocurre en el resto de Latinoamérica con las empresas mixtas (con capital público y privado) de este tipo".