El rebrote de Covid-19 en Beijing, China, encendió las alarmas en Estados Unidos y analizan restringir el acceso de ciudadanos orientales a su territorio a partir del próximo mes.

"Hay crecientes preocupaciones en la comunidad internacional sobre las oleadas actuales de Covid-19 en China y la falta de datos transparentes, incluidos los datos de la secuencia genómica viral", explicó un funcionario estadounidense en un comunicado.

Las autoridades de Beijing anunciaron que reabrirán sus fronteras el mes próximo, y países como Japón, Malasia y Taiwán mostraron su preocupación e implementaron controles más estrictos en los viajeros chinos.

El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin pidió “esfuerzos conjuntos para garantizar viajes transfronterizos seguros, mantener la estabilidad de las cadenas de suministro industriales mundiales y promover la recuperación económica y el crecimiento”, y agregó que las respuestas de los países deberían "estar basadas en la ciencia y proporcionadas", sin "afectar el intercambio de persona a persona”.

Actualmente se desconoce el informe real de casos positivos diarios, debido a que los funcionarios no divulgan los datos necesarios, aunque lo que sí se sabe es que los hospitales están colapsados y hay un alto índice de personas mayores fallecidas.

En Gran Bretaña y Alemania monitorean la situación de cerca, pero no consideran imponer nuevas restricciones con China por tener un índice bajo de casos en la actualidad.

Estados Unidos solicita a los viajeros que tengan el esquema de vacunación completo y obtenga una prueba de Covid previa con el resultado en la mano, aunque no es una obligación legal, según el sitio web del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Estas recomendaciones se basan "siguiendo la ciencia y el asesoramiento de expertos en salud pública" y "consultando con socios", según los funcionarios norteamericanos.