La Legislatura porteña prohibió los cajeros automáticos en las salas de juego porteñas.

El impedimento no sólo está referido al interior de esos establecimientos, sino también a un radio de doscientos metros.

La legisladora Adriana Montes, una de las impulsoras de la iniciativa, afirmó que “caminar doscientos metros ayuda a la reflexión”.

El debate generó grandes discusiones entre los diputados, que finalmente levantaron su mano para aprobar la norma.