La pobreza y la indigencia en la Ciudad de Buenos Aires han alcanzado niveles preocupantes durante el segundo trimestre de 2023, según datos del Centro de Estadísticos porteño. De acuerdo con los datos oficiales, el 27% de los individuos se encuentra en situación de pobreza y el 10,2% está en condiciones de indigencia. En cuanto a los hogares, el 21% de ellos (288.000) se encuentra en pobreza, y el 7,5% está en situación de indigencia. 

En términos absolutos, esto se traduce en 830.000 personas en situación de indigencia y 103.000 hogares en la misma condición. En comparación con el año anterior, se ha observado un aumento de 57.000 hogares y 103.000 personas en situación de pobreza, siendo la indigencia la que ha experimentado el mayor crecimiento.

Además, la caída de los ingresos de la población en la Ciudad de Buenos Aires ha afectado también a la clase media, que ahora representa menos de la mitad de la población, con un 49,4%. Por otro lado, el 12,2% de los hogares se encuentra en situación vulnerable, el 8,8% pertenece al sector medio frágil, y solo el 8,3% de los hogares se considera acomodado.

La incidencia de la pobreza y la indigencia en la Ciudad de Buenos Aires es una de las más altas desde 2015, solo superada por los registros durante la pandemia. Más de un tercio de los hogares en situación de pobreza no cuenta con ingresos suficientes para cubrir una canasta básica de alimentos, lo cual representa un aumento en comparación con el año anterior.

En el segundo trimestre de 2023, algunos grupos de la población se ven más afectados por la pobreza que otros. Por ejemplo, los hogares encabezados por mujeres presentan una incidencia de pobreza mayor (24,4%) en comparación con aquellos encabezados por hombres (18,0%). Asimismo, los hogares con una persona desempleada presentan una incidencia de pobreza 3,3 veces más alta que el promedio total, al igual que los hogares en los que el jefe de hogar trabaja en servicio doméstico (49,7%). Los hogares ubicados en la zona sur de la ciudad y los que tienen niños menores de 14 años también presentan una incidencia creciente de pobreza y de indigencia.

Por otro lado, la incidencia de pobreza en hogares con adultos mayores está por debajo del promedio (15,7%) y disminuye con el aumento de personas mayores de 65 años en el hogar, debido a la amplia cobertura jubilatoria que garantiza un ingreso mínimo. En cuanto a los niños y adolescentes, el 39,6% de ellos reside en hogares en situación de pobreza, lo cual representa un aumento en comparación con el año anterior.

En promedio, se requeriría transferir $68.476 a cada hogar en situación de pobreza para que salgan de esa condición. Esta brecha de ingresos representa el 37,6% de la canasta básica total.