Los barrabravas de la Agrupación Hinchadas Unidas Argentinas deportados buscarán una estrategia legal para volver a Sudáfrica.

El dirigente Marcelo Mallo (quien aglutinó a las barras) consideró que “es un acto discriminatorio”, y anticipó que presentará un recurso de amparo para que se permita a los hinchas no admitidos volver a entrar en ese país.

Los diez hinchas con profusos legajos penales llegaron anoche a Ezeiza y de inmediato quedó arrestado Sergio Roldán, de San Martín de Tucumán, que violó la libertad condicional, ya que está acusado de asesinar a un niño de catorce años simpatizante de Atlético, el otro equipo grande la capital tucumana.

Varios de los barras se retiraron del aeropuerto con máscaras en sus caras para no ser reconocidos, entre amenazas, empujones e insultos a los periodistas.

En tanto, Sudáfrica deportó a otros dos barras de Hinchadas Unidas Argentinas, que llegaban hoy al país.

Son el líder de la barra de Godoy Cruz, Daniel Aguilera (implicado en los varios hechos violentos protagonizados por los hinchas del Tomba), y Armando Travacio, que tenía su pasaporte vencido un año atrás, pero igual había salido de la Argentina.