La resolución 35 dictada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que pone un “tope” máximo al precio de los hidrocarburos que podrá tener cada región del país por los próximos seis meses “tiene muchos elementos que la hacen ilegítima, y uno de los más notables es que va en contra de un decreto firmado por la Presienta de la Nación”, evaluó el presidente de Shell, Juan José Aranguren.

De acuerdo al empresario, la ley de Soberanía Hidrocarburífera –aprobada y reglamentada el año pasado- “crea una comisión integrada por el secretario de Planificación Económica y desarrollo; por el de Energía y por el de Comercio Interior, quienes en conjunto tienen la responsabilidad de aplicar la política para el sector”, explicó Aranguren.

En ese sentido, la medida es ilegítima porque fue ordenado por uno solo de esos tres secretario (Moreno) y, además, porque “un decreto firmado por la Presidenta es modificado por una resolución firmada por el secretario de Comercio Interior, lo cual es de menor jerarquía”, completó su explicación el titular de Shell.

En declaraciones a Magdalena Tempranísimo, el empresario insistió con que “la autoridad de aplicación de la ley de abastecimiento es la comisión” y no un solo miembro de esa comisión.

Aranguren opinó que la política de control de precios desalienta las inversiones en el país porque “lo que le estamos diciendo a los empresarios es que miren que cuando inviertan puede venir un secretario y ponerle un precio máximo por seis meses".

Por otro lado, el presidente de Shell consideró que la mitad del 32 por ciento de aumento aplicado en 2012 al valor de los combustibles “no es debido a las petroleras sino a la política monetaria de este Gobierno”.

Aranguren fundamentó su razonamiento en el hecho de que “el petróleo crudo se vende en dólares y una compañía que compra ese commoditie que está en dólares debe venderlo en pesos,”.

Por lo tanto –continuó- “si hay una devaluación del 18 por ciento anual del tipo de cambio oficial, la mitad de ese aumento del 32 por ciento fue consecuencia de la devaluación que tuvo el tipo de cambio en la Argentina”.

Aranguren además señaló que las reservas de petróleo y gas “siguen cayendo” lo que junto con la “política de congelamiento” se especula con el desabastecimiento. “Esta medida puede alimentar la demanda en lugar de aplacarla”, resumió el presidente de Shell.