Se cumplen 33 años desde el hecho que marcó el fin de la Guerra Fría. Un 9 de noviembre de 1989 se produjo uno de los mayores hechos históricos de la historia moderna, la caída del Muro de Berlín, que permitió volver a unir a una Alemania separada por diferencias políticas tanto a nivel nacional como internacional, pero que nunca resquebrajaron el sentir del pueblo alemán.

 Desde el comienzo de la construcción en 1961 del muro de 44 kilómetros de longitud, que dividiría la pintoresca ciudad de Berlín en dos, quedando de un lado la Alemania occidental, y del otro la Alemania oriental; más de 5.000 personas han intentado atravesarla, muchas con éxito utilizando el ingenio ante tal cruel realidad, algunos lograron atravesarlo cavando túneles, nadando a través de ríos, y hasta sobrevolando con globos aerostáticos.

 Pero los grandes artífices de este hecho fue la población de Alemania Oriental, quienes salieron a las calles exigiendo la libertad. Muchas personas acudieron a las embajadas alemanas en Praga, Budapest y Varsovia para poder cruzar a Occidente, lo que obligó al Gobierno de Alemania Oriental a aliviar las restricciones de viaje.

33 años de la caída del Muro de Berlín

 Después de que el portavoz del Partido de la Unidad Socialista (SED), Günter Schabowski, quien gobernaba Alemania Oriental, anunciara la puesta en marcha de un plan para aliviar las restricciones de viaje desde Alemania Oriental a Alemania Occidental en la noche del 9 de noviembre, la población acudió en masa a los puntos de cruce, donde los guardias del Muro de Berlín se vieron obligados a abrir paso a la multitud mientras miles de personas comenzaban a treparse al mismo y otras tantas comenzaban a derribarlo.

 Este hecho marcó el fin de 28 años de sufrimiento a causa de la Guerra Fría, y menos de un año después, puntualmente el 3 de octubre de 1990, se dio la unificación de las dos Alemanias, evento que acabaría por completo con la denominada Cortina de Hierro.