Muchas cosas identifican a una ciudad, pero pocas con tanta nitidez como su propia gente. Mirta Melio, la Gringa trabaja hace 49 años en la esquina de la peatonal Rivadavia e Hipólito Yrigoyen en la ciudad de Quilmes. Llueva, truene o hagan 42 grados, ella se ubica en su puesto de churros.