La empresa con sede en Aichi, tiene previsto lanzar el vehículo en Europa y Estados Unidos y por el momento, en Japón el precio recomendado de venta al público, impuestos incluidos, es de 60.896 dólares.

No obstante, las ayudas del Gobierno nipón para la compra de este coche alcanzan los 17.009 dólares, por lo que el importe queda en unos 43.801 dólares.

El Mirai (que significa "Futuro" en japonés) puede recorrer unos 650 kilómetros con un depósito de hidrógeno, que tarda en recargarse por completo unos 3 minutos.

Al mezclarse el hidrógeno con oxígeno en la pila se produce la electricidad que mueve el vehículo y el coche emite solo vapor de agua en vez de gases contaminantes de efecto invernadero.

Con el Mirai, Toyota espera replicar el éxito de su modelo Prius, el primer coche híbrido producido en serie de la historia que abrió el camino a popularizar los coches que mezclan un motor de gasolina y uno o más motores eléctricos y que por ello contaminan menos.

Sin embargo, el alto costo de producción tanto del Mirai como de otros vehículos de pila de hidrógeno y la falta de estaciones de recarga (cuya construcción también es muy costosa) suponen un importante escollo de cara a lograr a corto plazo el uso generalizado de esta tecnología.

Ante esta falta de estaciones de recarga, Toyota venderá inicialmente el Mirai en las cuatro mayores áreas metropolitanas de Japón (Tokio, Osaka, Nagoya y Fukuoka), donde se espera que haya más infraestructura de este tipo.