Según un informe oficial, la inundación bonaerense ya ocupa más de 3,5 millones de hectáreas productivas en una de las zonas más ricas del país. Pero CARBAP estima en casi diez millones la cantidad de hectáreas anegadas.

La región centro, centro este y oeste de la provincia se convirtió en un espejo hídrico, que provocó pérdidas por 4.500 millones de pesos, según estimaciones de la misma entidad. Es por la imposibilidad de avanzar con la siembra de maíz, por el anegamiento de miles de hectáreas sembradas con trigo, cebada o avena, por la muerte de un número no determinado de cabezas de ganado y por roturas en las instalaciones.

El ministerio de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, declaró la emergencia agropecuaria en 17 distritos: Coronel Pringles, Saavedra, Tordillo, Villarino, Azul, Benito Juárez, General Alvear, Gonzáles Chaves, General Pueyrredón, Guaminí, Laprida, Las Flores, Necochea, Saladillo, San Cayetano, Tandil y Tapalqué.

Se trata de municipios afectados por el temporal de fuertes lluvias que golpeó a la provincia en agosto. Allí, los productores serán beneficiados con la postergación de compromisos impositivos y bancarios en función de una declaración jurada donde figurarán los daños por el fenómeno.

Pero el clima no da tregua. Y esta semana en algunas regiones del centro –Pehuajó, Tapalqué, Alvear– volvió a caer un aguacero que acumuló entre 100 y 120 milímetros más de precipitación a un terreno enlodado, que no había terminado de escurrir lo recibido a fines de agosto. Resultado: más anegamientos en campos, caminos vecinales intransitables, canales desbordados y más problemas para los productores.

“En la zona núcleo del maíz –Trenque Lauquen, Pehuajó, Lincoln, Carlos Casares, 25 de Mayo– habrá 3,8 millones de toneladas menos de cosecha. Los chacareros no pudieron sembrar en un sector que todos los años produce casi 8 millones de toneladas”, reseñó por Continental la vicepresidenta de CARBAP, Norma Urruty.

A su vez, hay resquemores de unos partidos contra otros por la construcción de canales que evitan la crecida en el distrito propio y la envían al vecino.

Hace 10 días, el temporal de lluvia complicó los cascos urbanos en Azul, Olavarría y sectores del Gran Buenos Aires. Ayer, el Comité de Emergencias provincial (conducido por funcionarios de Desarrollo Social) estaba instalado en Alvear, monitoreando la extracción de agua con bombas para evitar que llegue al casco de esa localidad. “Tenemos al menos 25 pueblos –con menos de 2.000 habitantes- casi incomunicados. Lo mismo ocurre con establecimientos agropecuarios o puestos rurales”, detalló Urruty.