En la audiencia privada con el Papa Francisco, Maria Eugenia Vidal estuvo acompañada por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. Ambas le entregaron al Papa una caja con dibujos y mensajes que realizaron diferentes grupos de chicos que asisten a los Centros de Primera Infancia de la Ciudad de Buenos Aires.

Al finalizar el encuentro, Vidal recordó algunas de las problemáticas en las que Francisco se involucró desde que comenzó su vida sacerdotal y cuando se desempeñó como arzobispo de la ciudad de Buenos Aires. "El Papa Francisco es un ejemplo de un hombre comprometido con su tiempo, sensible al sufrimiento y al dolor de las personas, y con verdadera vocación por lograr cambios transformadores en la sociedad", indicó la vicejefa.

"La desigualdad social, la trata de personas, el flagelo de las drogas y las consecuencias que la corrupción deja en una sociedad son temas que siempre preocuparon a Jorge Bergoglio. Siempre los denunció y siempre trabajó para poder erradicarlos", señaló Vidal.

Por su parte, Stanley se refirió a la entrega de los dibujos realizados por los chicos: "El Papa siempre dice que los niños llevarán adelante la historia de nuestros pueblos. Por eso quisimos ofrecerle a Francisco, a través de los mensajes y deseos de amor y paz que muchos niños de diferentes centros dibujaron y escribieron, un recuerdo que lo siga vinculando con la infancia y con nuestra ciudad".

"El compromiso de Francisco por una sociedad más igualitaria es una fuerte motivación que, como funcionarios, debemos mantener siempre presente en todas nuestras políticas de inclusión social", concluyó la ministra.

Al término de la audiencia, el Papa entregó rosarios bendecidos para Vidal, Stanley y sus familias.